martes, 18 de febrero de 2014

30.000 subsajarianos a la espera de saltar la Frontera de Ceuta y Melilla

Alrededor de 30.000 subsaharianos están asentados en Marruecos a la espera de poder entrar clandestinamente en Europa, en la mayoría de los casos a través de Ceuta y Melilla, según fuentes policiales españolas. Tras el reciente salto a la valla fronteriza de Ceuta, que por ahora se ha saldado con la muerte de 15 africanos ahogados en la playa del Tarajal, todos los informes resaltan la “enorme presión migratoria” que hay en torno a las dos ciudades autónomas españolas. En Marruecos hay unas “bien estructuradas organizaciones criminales” que se ocupan de transportar y canalizar a los miles de inmigrantes que huyen de sus países. Los subsaharianos con medios económicos optan por los servicios de las redes mafiosas para llegar a Europa en barcos a motor o bien ocultándose en coches con doble fondo para burlar así los controles fronterizos. Sin embargo, un gran número de inmigrantes apenas tiene dinero para subsistir y menos aún para pagar las tarifas de las mafias. Por eso, el salto de las vallas de Ceuta y Melilla es su “única opción para pasar de Marruecos a territorio español, ya que no tiene coste económico y puede realizarse en cualquier momento”, según fuentes de la Seguridad del Estado. Los saltos masivos del vallado, como el que se produjo el pasado 6 de febrero en Ceuta, no están organizados por las mafias, aunque sí se realizan de forma coordinada por los grupos de inmigrantes apostados en los campamentos cercanos. En muchas ocasiones, la fecha en que se va a producir una avalancha de este tipo desde Marruecos está fijada con varios días de antelación y esa información es conocida incluso entre los inmigrantes que aguardan en otros países vecinos. Las fuentes informantes aseguran, por ejemplo, que en Nuadibú (Mauritania) se conoció con cuatro días de antelación que el pasado día 6 se iba a producir un salto tumultuario a la valla de Ceuta, hasta el punto de que un grupo de cameruneses se puso inmediatamente en marcha para intentar sumarse a esa avalancha humana. Los servicios de información españoles saben que buena parte de las tramas de inmigración irregular de Marruecos, Mauritania, Nigeria y Senegal no pueden enviar sus cargamentos humanos en cayucos hasta Canarias por el refuerzo de la cooperación entre autoridades y las mayores medidas de control y vigilancia. Por eso las redes se han volcado en el traslado de sus “clientes” hasta alrededores de Ceuta y Melilla. MÁS INFORMACIÓN Última estación Tánger Larga espera en la frontera El camino hacia por África El hallazgo de otros dos cadáveres eleva a 15 los muertos Marruecos: el camino a España para subsaharianos y sirios La policía conoce también la existencia de grupos criminales marroquíes que se dedican a transportar a subsaharianos desde Ceuta a Melilla (o viceversa) en función de la situación puntual en cada ciudad. Si en una de ellas es más fácil la entrada, disponen de medios para transportar a los inmigrantes durante los 400 kilómetros que las separan. Según fuentes policiales, los saltos masivos por Ceuta y Melilla son “el método de entrada más preocupante por su potencial desestabilizador, por la capacidad para crear alarma social y el riesgo que entraña el empleo de la violencia por parte de los subsaharianos y de las fuerzas de seguridad marroquíes, lo que ya ha provocado varias víctimas mortales”. Otra fuente de preocupación en Ceuta y Melilla son las entradas clandestinas de inmigrantes ocultos en vehículos con dobles fondos o compartimentos secretos. “Este método va en aumento, gracias a la complicidad de policías corruptos en ambos lados de la frontera que alertan a las mafias del día y momento idóneo para realizar estos transportes ilegales”, añaden analistas policiales. Ceuta se ha convertido en uno de los principales focos de atracción para los subsaharianos debido a su proximidad a la Península y al gran número de conexiones marítimas con Algeciras (Cádiz). Eso aumenta las posibilidades de cruzar el Estrecho en ferrys, buques mercantes, autobuses y camiones. Los miles de inmigrantes que pretenden llegar al continente europeo desde Ceuta se asientan en campamentos montados en la zona de Casiago, en las inmediaciones de Castillejos (Marruecos), así como en los montes próximos a la carretera que une Tánger con Tetuán. El vallado de Ceuta, debido a las características del terreno en que se asienta, “es más difícil de saltar que el de Melilla”, según fuentes policiales. Eso hace que los intentos de franquearlo se produzcan siempre por los extremos, donde la cerca de la alambrada acaba en el mar (los espigones de Tarajal y Benzú). Esta, en efecto, fue la vía utilizada por los cientos de inmigrantes que protagonizaron el pasado día 6 un salto que concluyó con el ahogamiento de 15 subsaharianos. En Melilla, los inmigrantes aguardan a pegar el salto en campamentos improvisados en el macizo del Gurugú, así como en los montes de Afrahy Selouane, adonde llegan procedentes de Oujda y Nador. Habitualmente proceden de países francófonos, pero en Oujda “es notable la presencia de redes nigerianas que controlan el tráfico de seres humanos desde de la frontera argelina”. Las informaciones policiales recalcan que “la topografía de la frontera de Melilla dificulta el control de su valla y sigue permitiendo la aproximación de los inmigrantes irregulares, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad marroquíes por impedirlo”. Quienes intentan entrar en la Península por vía marítima lo hacen bien en embarcaciones a motor o en balsas de remo playeras. Ambas posibilidades, que están controladas por las redes criminales, tienen sus bases de operaciones en Tánger, Alhucemas y los alrededores de Ceuta y Melilla. Aunque las balsas son peligrosas, los inmigrantes irregulares se lanzan a las aguas confiados en que, tras eludir la vigilancia de la Marina real marroquí, serán posteriormente rescatados por el Salvamento Marítimo español, que los conducirá a tierra firme. Por otra parte, las autoridades españolas se muestran muy satisfechas de hacer cegado otra vía de entrada de inmigrantes: los cayucos que los trasladaban a Canarias desde Senegal y Gambia. Desde el año 2009, no se han registrado más llegadas de este tipo de embarcaciones, gracias a la colaboración de los Gobiernos respectivos. Ahora, esas mafias han cambiado sus rutas y se dedican también a trasladar a sus clientes hasta el norte de Marruecos. Los movimientos migratorios que acceden a Marruecos desde Argelia tienen que contar con la colaboración de bandas nigerianas que disponen de medios de transporte y alojamiento. “Esas tramas han alcanzado un alto grado de especialización y ahora monopolizan gran parte del negocio”, según diversos informes policiales. Las redes criminales suelen cobrar una tarifa de entre 25 y 45 euros a cada inmigrante al que facilitan la entrada en Ceuta o Melilla a nado o con flotadores; 1.000 euros si lo hace en pequeñas embarcaciones; entre 3.000 y 4.000 euros si lo meten en coche; y entre 5.000 y 6.000 euros si le facilitan un pasaporte falso. Según los servicios de información españoles, a cada subsahariano le cuesta entre 1.000 y 1.200 euros el pasaje para cruzar el Estrecho si lo hace en una pequeña embarcación convencional; pero la suma se eleva a 3.000 si lo hace en una embarcación rápida.

jueves, 13 de febrero de 2014

Rudolf Hess

Rudolf Walter Richard Heß, a menudo escrito Hess, (Alejandría, 26 de abril de 1894 – Spandau, Berlín Oeste; 17 de agosto de 1987) fue un militar y político alemán, figura clave de la Alemania nazi. Nació en la ciudad egipcia de Alejandría el 26 de abril de 1894. De carácter solitario, retraído y educado en un ambiente estricto y espartano por un padre muy disciplinado y una madre inglesa de origen griego, fue instruido primero con tutores privados y luego en el colegio alemán de su ciudad natal hasta los 14 años, edad a la que ingresó en un internado juvenil de Bad Godesberg. Recibió formación para los negocios, profesión que su padre deseaba para su hijo; después estudió Ciencias Políticas, como su padre, que había pensado en las leyes para él. Posteriormente asistió a la Escuela Superior de Comercio de Neuchâtel en Suiza, a fin de adquirir los conocimientos necesarios para hacerse cargo de la empresa familiar. Al comenzar la Primera Guerra Mundial, a punto de ingresar en la Universidad de Oxford, se alistó en el ejército alemán como voluntario del 7° Batallón de artillería bávaro y en sus primeros combates obtuvo la Cruz de Hierro por dos heridas, una de ellas grave en el pulmón izquierdo. Luego sirvió en la 34ª Escuadrilla de caza bávara, y llegó al grado de teniente. Después de la guerra se inscribió en la Universidad de Múnich para estudiar Economía, donde acostumbraba a distribuir panfletos antisemitas. El 1 de mayo de 1919 participó junto a los Freikorps en la lucha violenta contra la efímera República Soviética de Baviera y fue herido en la pierna. En 1919, en un mitin conoció a Adolf Hitler y quedó muy impresionado con el futuro Führer. Por su parte, Hess presentaría a Hitler a los científicos geopolíticos Karl Haushofer y Albrecht Haushofer, quienes ejercerían una gran influencia sobre el futuro dictador. Miembro de la Sociedad Thule, el 1 de julio de 1920 se incorporó al NSDAP y tomó parte en el Putsch de Múnich de 1923, por lo que fue a prisión. Compartió celda con Haushofer y Hitler, en la cual colaboró con este último en la redacción del libro Mein Kampf. Después fue comandante de un batallón de las SA. En 1925 comenzó sus actividades políticas como secretario político de Hitler; además, escribió sobre él un ensayo titulado Cómo debe ser el hombre que conduzca a Alemania a su antigua grandeza. En 1927, contrajo nupcias con Lise Pröhl, con quien tuvo su único hijo, Wolf Rüdiger Hess. Cinco años después, fue designado Presidente del Comité Central Nazi y, en 1933, elegido parlamentario del Reichstag (parlamento alemán). Al ascender Hitler al poder como Führer, fue designado jefe del Partido Nazi y Ministro de Estado: se ocupó de casi todas las carteras, excepto de guerra y política exterior, y se convirtió en segundo en la jerarquía nazi, antes incluso que Joseph Goebbels; a pesar de estos cargos, nunca presentó un perfil de líder. Fue considerado como la «cara amable» del régimen nazi. Organizó los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y mantuvo una estrecha amistad con Leni Riefenstahl, la documentalista de Hitler. La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939. En los momentos en que Alemania preparaba el asalto a la URSS y en donde además perdería en el mes de mayo de 1941 en el Océano Atlántico uno de sus mejores acorazados, el Bismarck, Hess voló en solitario en un bimotor Bf 110 rumbo a Escocia. Logró burlar la vigilancia de las patrullas de la RAF y se lanzó en paracaídas, donde fue hecho prisionero pese a sus alegaciones de que había ido allí para iniciar conversaciones de paz. Hay muchas elucubraciones al respecto. Algunos argumentan sólidamente que era un plan premeditado del propio Adolf Hitler para buscar la paz con el Reino Unido, ya que tras la Operación Barbarroja tendría que lidiar en dos frentes. Otros creen que fue una iniciativa propia, de la cual el Führer tenía algún conocimiento y, aunque se mantuvo al margen, tampoco la obstaculizó. Hess pilotaba expertamente un Messerschmitt Bf 110, matrícula VJ-OQ tipo D y modificado especialmente por el fabricante (un caza pesado biplaza y bimotor), cuya velocidad máxima era de 600 km/h. Las modificaciones consistían en un compartimento que contenía una balsa inflable completamente equipada, un receptor Lorenz, una radio adaptada para comandarla por el piloto, la envergadura de las alas estaba extendida y un fuselaje 50 centímetros más largo. No estaba armado ni contenía bombas u otros elementos defensivos u ofensivos. El 10 de mayo de 1941, Hess y el Reichsleiter Alfred Rosenberg almorzaron juntos en privado en Augsburgo, y desde allí Rosenberg se dirigió a entrevistarse con Hitler en Berchtesgaden. El personal de servicio de Hess dijo que éste se encontraba absolutamente tranquilo y que durmió una siesta, se levantó aproximadamente a las 15:00 horas para, posteriormente, ir a visitar a su esposa Lise y a su hijo. Más tarde se dirigió hasta la pista de la Luftwaffe en Augsburgo, hacia las 17:00 horas. Lo cierto es que Hess voló en el Messerschmitt Bf 110 desde Augsburgo, rumbo a Escocia, el 10 de mayo de 1941: despegó a las 17:45 en dirección noroeste, para superar la línea costera de los Países Bajos a las 19:28 a la altura de Texel; allí giró 90° a la derecha y voló en esa dirección unos 30 minutos y luego volvió a virar 90° al norte en el mismo sentido que traía inicialmente a baja altura sobre el Mar del Norte, completamente de noche en ese momento. A las 20:50 aproximadamente interceptó las líneas de radionavegación provenientes de radiofaros emplazados en Dinamarca con el receptor Lorenz, y realizó un vuelo de zig-zag cubriendo trayectos paralelos de 20 minutos de vuelo hasta finalmente tomar rumbo a Escocia sobre las 21:52, para traspasar la línea costera acerca de las 22:12 sobre la localidad escocesa de Embleton. Sólo le quedaban 30 minutos de combustible. Fue detectado por un puesto de Observadores Reales (ROC) en Ashirck y despegaron aviones de la Royal Air Force para interceptarlo, infructuosamente. Después de su llegada a Escocia esperaba poder aterrizar en la Casa Dungavel, propiedad del Duque de Hamilton, quien tenía una pista privada que, según testigos cualificados, estuvo iluminada esa misma noche misteriosamente, sobre todo si se tiene en cuenta que eran tiempos de guerra. Además, contaba en sus hangares con cajas de repuestos y dos tanques de combustible del mismo tipo del avión alemán en el que Hess volaba. Hess voló muy cerca de esa propiedad (con su pista iluminada, pero según testigos fidedignos se apagaron cerca de las 22:30), buscando la supuesta pista que esta propiedad tenía. Hacia las 22:45, el combustible sólo le daba unos 5 ó 7 minutos de vuelo más, pero sobrevoló dicha propiedad sin encontrar la pista (estaba con sus luces apagadas) y pasó de largo en dirección a la costa occidental de Escocia. Al llegar al mar nuevamente, se deshizo de los tanques adicionales de combustible, viró 180°, volvió a buscar la Casa Dungavel y pasó nuevamente sobre ella sobre las 22:45, pero las luces no estaban encendidas. El vuelo que realizó Hess se ha discutido ampliamente en círculos de aviación, ya que se necesita ser un expertísimo piloto para realizar tal maniobra. Cerca de las 22:50 horas, al acabarse el combustible, se vio obligado a saltar en paracaídas en Eaglesham, cerca de Glasgow, invirtiendo el avión para lanzarse desde la cabina del Bf 110. Al llegar a tierra, Hess se dañó un tobillo y un campesino escocés, de manera cautelosa, le auxilió y lo llevó a una guarnición militar, en donde Hess intentó convencer de que era amigo del duque de Hamilton con el nombre falso de Alfred Horn. El duque acudió a la mañana siguiente y Hess se presentó por su verdadero nombre, aunque el duque lo había reconocido porque se habían visto por primera vez en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. El duque declaró que no tenía asuntos con Hess, quien comunicó su deseo de llegar a un acuerdo de paz con los británicos y que trae un mensaje del Führer. Inmediatamente fue hecho prisionero por la Home Guard y recluido posteriormente en la Torre de Londres hasta el final de la guerra. Todos sus intentos de ser creído fueron infructuosos (según el propio Hess, era su tercer intento) para tratar de pactar la paz con el Reino Unido y así cambiar el curso de la guerra, al poder concentrar a la Wehrmacht en un solo frente contra los soviéticos. Sin embargo, el prematuro apresamiento de Hess (al momento de tocar tierra cerca de las propiedades del duque de Hamilton) condujo al fracaso su gestión. En el Museo Imperial de Guerra de Londres pueden apreciarse la cola y el motor del avión pilotado por Hess. Ambas partes, británicos y alemanes, hicieron publicar rápidamente su desconocimiento de contactos previos. Las razones para obrar de semejante forma han sido y son muy discutidas y misteriosas. Por una parte, hay quien sostiene que el propio Hess sabía de antemano que Alemania podía ser vencida en los frentes aliado y soviético, preocupación que Karl Haushofer había manifestado también. Otras razones para su huida son las diferencias que sostenía, no sólo con Hitler, sino con otros dirigentes del NSDAP como Goebbels y, sobre todo, con Martin Bormann y Heinrich Himmler respecto a las cuestiones de sucesión al Führer. El asunto es que el vuelo había sido preparado con algunos meses de antelación. Pero la teoría más aceptada y más coherente es que Hess partió como emisario secreto de Hitler para contactar a altos personajes pro-nazis británicos de un posible gobierno futuro, títere del Reich, ya que existían premisas en el gobierno alemán de que el primer ministro británico sir Winston Churchill podía ser derrocado y esto liberaría a Alemania de tener que luchar en dos frentes si se negociaba una paz con los británicos. Un atisbo que corrobora esta teoría son las declaraciones de Karl Wolff cuando fue emisario oficioso de Hitler para la Operación Amanecer, donde Hitler esperaba ponerse del lado del mejor postor en una supuesta ruptura de la alianza angloamericana y la URSS. En una de sus declaraciones, Wolff relata que Hitler le dijo tras enterarse de las negociaciones de Wolff con emisarios americanos en Italia: Bien, acepto tu presentación. Tienes mucha suerte. Si hubieras fracasado, hubiera tenido que desecharte como hice con Hess. Adolf Hitler, según Karl Wolff1 Si se acepta esta teoría, las posteriores acciones de Hess se hacen más consecuentes. Hess era un experto piloto de Bf 110 y preparó su aparato particular para dicho vuelo. Además, los radiofaros guía alemanes se entramaron cuidadosamente para dirigirlo al Reino Unido. Estas maniobras bien pudieron pasar desapercibidas para la Abwehr, Heinrich Himmler o Reinhard Heydrich, o ser deliberadamente ignoradas. Quizás el elemento más controvertido es el testimonio dado por una sirviente de la Casa Dungavel que precisó que, además de tener las luces de la pista encendida momentos antes de la pasada de Hess esa noche del 10 de mayo, sea el hecho de que viera en los hangares privados de la pista cajas conteniendo tanques fabricados en Augsburgo del mismo tipo que el usado por el Bf 110. Hitler se enteró en la mañana del día 11 a través de un sobre que le entregó el secretario de Hess, Pintsch, con una larga carta de éste en el interior, en la cual decía al Führer que, en caso de que saliera mal la aventura de intentar negociar la paz con los británicos antes de invadir la URSS, podría argumentar que estaba loco. Heinz Linge, su ayuda de cámara dejó un testimonio2 de la reacción de Hitler, hizo detener a los ayudantes de Hess por no informar de que Hess se había hecho construir un aparato especialmente diseñado y tuvo un acceso de furia por la acción de Hess de quien pensaba delataría sus planes al enemigo: "—¡Me engañan!... ¡Me traiciona todo el mundo!... ¡No tengo ni un solo amigo del que me pueda fiar! Y continuaba: —¡Hasta ese idiota! ¡Ese loco idiota al que imaginaba sumiso! ¡Ese idiota, idiota, idiota, me resulta falso! El idiota, idiota, idiota era, desde luego, Hess. —¡Imposible hacer proyectos! ¡Imposible calcular nada! —sentenciaba Hitler en otros momentos—. ¿Para qué si se los transmitirán a mis enemigos inmediatamente?... ¡Me veo rodeado de traidores!-" Después de su estancia en el Reino Unido, Hess tuvo que ser devuelto a su país al final de la guerra, no en calidad de héroe, sino de criminal de guerra. Fue juzgado en Núremberg a causa de todas las decisiones que tomó y firmó en su cargo de ministro durante el régimen nazi, siendo condenado a cadena perpetua el 1 de octubre de 1946 y recluido en la prisión de Spandau, en la zona aliada de Berlín. Decaído y demacrado físicamente, fue inconsistente3 y exhibió reiteradamente lagunas mentales. Tras la puesta en libertad de Albert Speer en 1966, Hess quedó como único preso de la cárcel de Spandau durante más de 20 años, hasta su muerte. En los años 80, el caso Hess dividió a la opinión pública británica acerca de su posibilidad de excarcelarlo, pero la justicia hizo oídos sordos a estas corrientes de opinión, empecinándose en mantener en prisión a Hess a pesar de los gastos que originaba a la Corona mantenerlo y la de la infraestructura carcelaria. Sus guardianes decían que su salud mental estaba muy deteriorada y que había perdido la memoria. En los últimos años de su vida se intensificó el debate acerca de su liberación por razones humanitarias, pero el gobierno británico mantuvo su decisión de no proporcionarle la libertad. Hess murió de manera repentina el 17 de agosto de 1987, a los 93 años de edad. La autopsia determinó que había sido un suicidio por estrangulamiento.4 La familia dudó de la tesis oficial y encargó una segunda autopsia, que determinó que su muerte fue por asfixia y no por suspensión. El misterio rodeó la muerte de Rudolf Hess, dudándose entre la tesis oficial (el suicidio) o el asesinato.5 El 20 de julio de 2011 se desmanteló su tumba en la localidad bávara de Wunsiedel, después de que la comunidad cristiana de la localidad denegara a sus familiares la prolongación del arrendamiento de su tumba.6 El cadáver fue incinerado y sus cenizas esparcidas en alta mar para evitar que su tumba se convirtiera en un lugar de peregrinación nazi.

lunes, 10 de febrero de 2014

Guerra Fría

La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo e incluso deportivo que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS (que ocurrió entre 1989 con la caída del muro de Berlín y 1991 con el golpe de Estado en la URSS), entre los bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos, y oriental-comunista liderado por la Unión Soviética. Las razones de este enfrentamiento fueron esencialmente ideológicas y políticas. Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos, que se comprometieron, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta. Los límites temporales del enfrentamiento se ubican entre 1945 y 1947 (fin de la Segunda Guerra Mundial y fin de la posguerra, respectivamente) hasta 1985 (inicio de la Perestroika) y 1991 (disolución de la Unión Soviética). Existe un cierto desacuerdo sobre cuándo comenzó exactamente la Guerra Fría. Mientras que la mayoría de historiadores sostienen que empezó nada más acabar la II Guerra Mundial, otros afirman que los inicios de la Guerra Fría se remontan al final de la I Guerra Mundial, en las tensiones que se produjeron entre el Imperio ruso, por un lado, y el Imperio Británico y los Estados Unidos, por el otro. El choque ideológico entre comunismo y capitalismo empezó en 1917, tras el triunfo de la Revolución rusa, de la que Rusia emergió como el primer país comunista. Este fue uno de los primeros eventos que provocó erosiones considerables en las relaciones ruso-estadounidenses. Algunos eventos previos al final de I Guerra Mundial fomentaron las sospechas y recelos entre soviéticos y estadounidenses: la idea bolchevique de que el capitalismo debía ser derribado por la fuerza para ser reemplazado por un sistema comunista, la retirada rusa de la I Guerra Mundial tras la firma del Tratado de Brest-Litovsk con el Segundo Reich, la intervención estadounidense en apoyo del Movimiento Blanco durante la Guerra Civil Rusa y el rechazo estadounidense a reconocer diplomáticamente a la Unión Soviética hasta 1933. Junto a estos diferentes acontecimientos durante el periodo de entreguerras agudizaron las sospechas: la firma del Tratado de Rapallo y del Pacto germano-soviético de no agresión son dos notables ejemplos. La II Guerra Mundial y la posguerra (1939-1947) Durante la guerra, los soviéticos sospechaban que británicos y estadounidenses habían optado por dejar a los rusos el grueso del esfuerzo bélico, y que forjarían una unión contra los soviéticos (Operación Impensable) una vez que la guerra estuviera decidida a favor de los aliados, para forzar a la URSS a firmar un tratado de paz ventajoso para los intereses occidentales. Estas sospechas minaron las relaciones entre los aliados durante la II Guerra Mundial. Los aliados no estaban de acuerdo en cómo deberían dibujarse las fronteras europeas tras la guerra. El modelo estadounidense de «estabilidad» se basaba en la instauración de gobiernos y mercados económicos parecidos al estadounidense, y la creencia de que los países así gobernados acudirían a organizaciones internacionales (como la entonces futura ONU) para arreglar sus diferencias. Sin embargo, los soviéticos creían que la estabilidad habría de basarse en la integridad de las propias fronteras de la Unión Soviética. Este razonamiento nace de la experiencia histórica de los rusos, que habían sido invadidos desde el Oeste durante los últimos 150 años. El daño sin precedentes infligido a la URSS durante la invasión nazi (alrededor de 27 millones de muertos y una destrucción generalizada y casi total del territorio invadido) conminó a los líderes moscovitas a asegurarse de que el nuevo orden europeo posibilitara la existencia a largo plazo del régimen soviético, y que este objetivo solo podría conseguirse mediante la eliminación de cualquier gobierno hostil a lo largo de la frontera occidental soviética, y el control directo o indirecto de los países limítrofes a esta frontera, para evitar la aparición de fuerzas hostiles en estos países. El Plan Marshall Alianzas económicas en Europa (1949-1989). En Estados Unidos se extendió la idea de que el equilibrio de poder en Europa no se alcanzaría sólo por la defensa militar del territorio, sino que también se necesitaba atajar los problemas políticos y económicos para evitar la caída de la Europa Occidental en manos comunistas. En base a estas ideas, la Doctrina Truman sería complementada en junio de 1947 con la creación del Plan Marshall, un plan de ayudas económicas destinado a la reconstrucción de los sistemas político-económicos de los países europeos y, mediante el afianzamiento de las estructuras económicas capitalistas y el desarrollo de las democracias parlamentarias, frenar el posible acceso al poder de partidos comunistas en las democracias occidentales europeas (como en Francia o Italia). Asimismo, el Plan Marshall constituyó la remodelación de numerosas ciudades europeas que habían quedado destruidas por la Segunda Guerra Mundial . Stalin vio en el Plan Marshall una táctica estadounidense para mermar el control soviético sobre la Europa Oriental. Creyó que la integración económica de ambos bloques permitiría a los países bajo órbita soviética escapar del control de Moscú, y que el Plan no era más que una manera que tenían los EE. UU. para «comprar» a los países europeos. Por lo tanto, Stalin prohibió a los países de la Europa Oriental participar en el Plan Marshall. A modo de remiendo, Moscú creó una serie de subsidios y canales de comercio conocidos primero como el Plan Molotov, que poco después se desarrollaría dentro del COMECON. Stalin también se mostró muy crítico con el Plan Marshall porque temía que dichas ayudas provocaran un rearme de Alemania, que fue una de sus mayores preocupaciones respecto al futuro de Alemania tras la guerra. El Bloqueo de Berlín En 1948 como represalia por los esfuerzos de los occidentales por reconstruir la economía alemana, Stalin cerró las vías terrestres de acceso a Berlín Oeste, imposibilitando la llegada de materiales y otros suministros a la ciudad. Este hecho, conocido como el Bloqueo de Berlín, precipitó una de las mayores crisis de principios de la Guerra Fría. Ambos bandos usaron este bloqueo con fines propagandísticos: los soviéticos para denunciar el supuesto rearme de Alemania favorecido por Estados Unidos, y los estadounidenses para explotar su imagen de benefactores —como en la llamada Operación Little Vittles, donde los aviones que contrarrestaban el bloqueo de Berlín lanzaron dulces entre los niños berlineses—. El puente aéreo organizado por los aliados, destinado a proveer de suministros al bloqueado sector occidental de la ciudad, superó todas las previsiones, desbaratando la suposición soviética de que el sector occidental se rendiría ante el oriental por falta de suministros. Finalmente el bloqueo se levantó pacíficamente. En julio, el presidente Truman anula el Plan Morgenthau, una serie de proposiciones acordadas con los soviéticos tras el fin de la guerra, que imponía severas condiciones a la reconstrucción alemana (entre ellas, la prohibición explícita de que los EE. UU. facilitaran ayudas a la reconstrucción del sistema económico alemán). Este plan fue sustituido por una nueva directiva (llamada JSC 1779) mucho más benévola con la reconstrucción alemana, y que enfatizaba la necesidad de crear una Alemania económicamente fuerte y estable para conseguir la prosperidad en toda Europa.

miércoles, 29 de enero de 2014

Auschwitz-Birkenau

El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.Fue un complejo formado por diversos campos de concentración y de exterminio construido por el régimen de la Alemania nazi tras la invasión de Polonia de 1939, al principio de la Segunda Guerra Mundial. Situado a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, la gran mayoría de ellas judías (el 90%, aproximadamente un millón), además de eslavos, prisioneros de guerra, etc.1 En la puerta de entrada a uno de los diversos campos que componían el complejo (Auschwitz I) se puede leer el lema en alemán Arbeit macht frei («El trabajo os hará libres»), con el que recibían a los deportados las fuerzas de las SS que estaban a cargo del centro durante su periodo de funcionamiento, desde su apertura el 20 de mayo de 1940 hasta el 27 de enero de 1945, cuando fue liberado por el ejército soviético. Bajo la supervisión de Heinrich Himmler, estuvo dirigido por el oficial de las SS Obersturmbannführer Rudolf Höss hasta el verano de 1943, reemplazado posteriormente por Arthur Liebehenschel y Richard Baer. Höss, capturado por los aliados, daría testimonio en los juicios de Núremberg antes de que lo procesaran y condenaran a muerte por ahorcamiento en 1947 delante del crematorio de Auschwitz I. Liebehenschel fue también juzgado por un tribunal polaco y ejecutado en 1948. Baer logró evadirse y vivir bajo una identidad falsa en Hamburgo, hasta que fue reconocido y arrestado. Se suicidó en la prisión poco antes de iniciarse su proceso en 1963. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979 como uno de los lugares de mayor simbolismo del Holocausto o Shoah. Hubo tres campos principales y 39 campos subalternos. Los tres campos principales fueron: Auschwitz I, el campo de concentración original que servía de centro administrativo para todo el complejo. En este campo murieron cerca de 70 000 intelectuales polacos y prisioneros de guerra soviéticos. Auschwitz II (Birkenau), un campo de exterminio y el lugar donde murieron la mayor parte del más de un millón de víctimas del campo. En esta sección eran ubicadas las mujeres. Auschwitz III (Buna - Monowitz), utilizado como campo de trabajo esclavo para la empresa IG Farben. La Alemania nazi construyó a partir de 1940 varios campos de concentración y un campo de exterminio en Auschwitz que, al igual que el resto de los campos de concentración, estaban administrados por las SS, bajo el mando de Heinrich Himmler. Los comandantes del campo fueron Rudolf Höss hasta el verano de 1943, al que siguieron Arthur Liebehenschel y Richard Baer. Auschwitz era una población cercana Katowice, en la confluencia de los ríos Vístula y Sola, en la Alta Silesia, región que había sido cedida a Polonia en el Tratado de Versalles y que en 1940 tenía unos 1400 habitantes, la mitad de ellos judíos. La Alta Silesia era una de las regiones que se iban a anexionar al Reich después de la invasión alemana de Polonia de 1939, pero al estar altamente industrializada no era en gran parte adecuada para la germanización a base de colonos granjeros que tenían prevista las autoridades nazis para los nuevos territorios. En consecuencia Auschwitz fue concebido, en primera instancia, como un campo de tránsito para someter a la población polaca que debía ser utilizada como mano de obra semiesclava.2 3 El 27 de abril de 1940 Himmler decidió la creación del campo, y nombró el día 30 a su primer comandante, el SS-Obersturmbannführer Rudolf Höss. Höss se hizo cargo del mando a partir del 4 de mayo,a y su primer cometido fue la construcción de las instalaciones a partir de unos barracones del Ejército polaco, sobre unos terrenos dedicados a la doma de caballos.4 Los primeros internos de Auschwitz fueron 30 criminales alemanes procedentes de Sachsenhausen con la finalidad de convertirse en los primeros kapos del recinto, y 728 prisioneros políticos polacos que llegaron el 14 de junio desde Tarnów.2 5 Tanto el sistema de kapos como el famoso lema Arbeit macht frei («El trabajo os hará libres») fueron importados por Höss a partir de su experiencia en Dachau, su primer destino en el sistema de campos nazi.6 El primer cambio importante en las funciones para las que estaba destinado el campo se produjo en septiembre de 1940 cuando Oswald Pohl realizó una visita de inspección al nuevo campo. Pohl era jefe de la Oficina Central de Administración y Economía de las SS (SS-WVHA, por las siglas en alemán de SS-Wirtschafts-Verwaltungshauptamt) y estaba interesado en la explotación de las cercanas canteras de grava y arena, por lo que ordenó a Höss que aumentara la capacidad del campo añadiendo un piso a los barracones existentes.7 8 Poco después, en noviembre de 1940, Himmler y Höss decidieron poner en marcha proyectos de investigación y explotación agrícola. Ambos estaban interesados en la agronomía y planearon, entre otra cosas, la construcción de laboratorios, el drenaje de pantanos y la cría de ganado. Sin embargo, el emplazamiento de Auschwitz, en la confluencia de dos ríos, lo convertía en un lugar poco prometedor para tales propósitos y muy propenso a las inundaciones, a pesar de lo cual esta actividad nunca fue abandonada y miles de prisioneros murieron intentando abrir canales o canalizando ríos.9 Cerca de 6500 miembros de las SS sirvieron en Auschwitz realizando pequeñas o grandes tareas con el objetivo de lograr la denominada solución final al «problema judío» o «cuestión judía». La mayoría de ellos sobrevivieron a la guerra. Con las primeras prisioneras, llegaron también las primeras vigilantes al campo en marzo de 1942 trasladadas desde el campo de Ravensbrück, en Alemania. El campo femenino fue mudado a Auschwitz Birkenau en octubre de 1942, y María Mandel fue nombrada jefa de vigilancia. Cerca de un total de 1000 hombres y 200 mujeres de las SS sirvieron de vigilantes en todo el complejo de Auschwitz. De entre todos los funcionarios, solamente 750 fueron llevados a juicio, casi todos en relación con crímenes contra la población polaca. Höß dio una descripción detallada del funcionamiento del campo durante su interrogatorio en los Juicios de Núremberg, detalles que complementó en su autobiografía. Höss fue ejecutado en 1947 enfrente de la entrada al crematorio de Auschwitz I. Desde 1940, Witold Pilecki, un soldado de la Armia Krajowa (organización de resistencia polaca a la ocupación nazi) fue voluntario para ser llevado como prisionero a Auschwitz y obtuvo una considerable cantidad de información que fue llevada a Varsovia y de allí a Londres. Por otra parte, los aliados tenían información aérea detallada de los campos desde mayo de 1944. Dos prisioneros fugados (Rudolph Vrba y Alfred Wetzler) habían reunido descripciones precisas y mapas que llegaron a los aliados durante el verano de 1944. El 13 de septiembre de 1944, bombarderos de los Estados Unidos atacaron la fábrica de Buna Werke asociada con Auschwitz III, destruyéndola parcialmente. El 17 de enero de 1945, ante la inminente llegada de los soviéticos, el personal nazi inició la evacuación de Auschwitz con dirección al oeste de Loslau. La mayoría de los prisioneros debieron marchar hacia el oeste. Aquellos demasiado débiles para caminar fueron dejados atrás. Cerca de 7600 prisioneros fueron liberados por el Ejército Rojo el 27 de enero de 1945. Durante los años de funcionamiento del campo, cerca de 700 prisioneros intentaron escapar del mismo, de los cuales solo 300 lo lograron. La pena aplicada por intento de fuga era generalmente la muerte por inanición, y sus familias eran arrestadas e internadas en Auschwitz para ser exhibidas como advertencia a otros prisioneros. El número total de muertes producidas en Auschwitz está todavía en debate, pero se estima que entre un millón y un millón quinientas mil personas fueron exterminadas allí. En enero de 1945, las tropas soviéticas entraron a Auschwitz y liberaron a los prisioneros que quedaban, en gran parte los que estaban confinados en la enfermería y los que no poseían ya las facultades físicas para verse envueltos en las marchas de la muerte. Auschwitz I fue el centro administrativo de todo el complejo. Se empezó a construir en mayo de 1940, a partir de barracas de ladrillo del ejército polaco. Los primeros prisioneros del campo fueron 728 prisioneros políticos polacos de Tarnów. El campo fue utilizado inicialmente para internar miembros de la resistencia e intelectuales polacos; más adelante llevaron allí también prisioneros de guerra soviéticos, prisioneros comunes alemanes, elementos «antisociales» y homosexuales. Desde el primer momento llegaron asimismo prisioneros judíos. El campo albergaba generalmente entre 13 000 y 16 000 prisioneros, cifra que llegó a 20 000 en 1942. La entrada de Auschwitz I tenía las palabras Arbeit macht frei, «el trabajo hace libre». Los prisioneros del campo salían a trabajar durante el día para las construcciones o el campo, con música de marcha tocada por una orquesta. Dicha inscripción fue robada por cinco desconocidos el viernes 18 de diciembre de 2009 y recuperada por la policía apenas cuatro días después.10 Las SS generalmente seleccionaban prisioneros, llamados kapos, para supervisar al resto. Todos los prisioneros del campo realizaban trabajos, y excepto en las fábricas de armas, el domingo se reservaba para limpieza, duchas, y no se asignaba trabajo. Las durísimas condiciones de trabajo, unidas a la desnutrición y poca higiene, hacían que la tasa de mortalidad entre los prisioneros fuera muy grande. El bloque 11 de Auschwitz I era «la prisión dentro de la prisión»; allí se aplicaban los castigos. Algunos de ellos consistían en encierro por varios días en una celda demasiado pequeña para sentarse, existen 4 celdas de un metro cuadrado las cuales llegaban a ser ocupadas hasta por cinco prisioneros a la vez. Otros eran ejecutados, colgados o dejados morir de hambre. En septiembre de 1941, las SS realizaron en el bloque 11 las pruebas del gas Zyklon B en las que murieron 850 prisioneros polacos y rusos. Las pruebas fueron consideradas exitosas y en consecuencia se construyeron una cámara de gas y un crematorio. Esta cámara de gas fue utilizada entre 1941 y 1942, para luego ser convertida en un refugio antiaéreo. La primera mujer llegó al campo el 26 de marzo de 1942. Entre abril de 1943 y mayo de 1944 se llevaron a cabo experimentos de esterilización sobre mujeres judías en el bloque 10 de Auschwitz I. El objetivo era desarrollar un método sencillo que funcionara con una simple inyección para ser utilizado con la población esclava. El Dr. Josef Mengele experimentó con gemelos en este mismo complejo. Cuando un prisionero no se recobraba rápidamente, solía ser ejecutado aplicándole una inyección letal de fenol. El campo burdel se creó el verano de 1943 por órdenes de Himmler. Estaba ubicado en el bloque 29, llamado Frauenblock, y se utilizaba para premiar a prisioneros privilegiados. Los guardias seleccionaban prisioneras polacas para este campo, pero podían aceptar «voluntarias» atraídas por las mejores condiciones alimentarias. Auschwitz II (Birkenau)[editar · editar código] Las ruinas de Birkenau. Auschwitz II (Birkenau) es el campo que la mayor parte de la gente conoce como Auschwitz. Allí se encerró a cientos de miles de judíos y allí también se ejecutó a más de un millón de deportados y decenas de miles de gitanos. El campo está ubicado en Birkenau, a unos 3 km de Auschwitz I. La construcción se inició en 1941 como parte de la Endlösung (solución final). El campo tenía una extensión de 2,5 km por 2 km y estaba dividido en varias secciones, cada una de ellas separada en campos. Los campos, al igual que el complejo entero, estaban cercados y rodeados de alambre de púas y cercas electrificadas (algunos prisioneros utilizaron las cercas electrificadas para suicidarse). El campo albergó hasta 100.000 prisioneros en un momento dado. El objetivo principal del campo no era el mantener prisioneros como fuerza laboral (como era el caso de Auschwitz I y III), sino su exterminio. Para cumplir con este objetivo, se equipó el campo con 4 crematorios con cámaras de gas. Cada cámara de gas podía recibir hasta 2500 prisioneros por turno. El exterminio a gran escala comenzó en la primavera de 1942 como resultado de la aceleración de la solución final tratada en la Conferencia de Wannsee. La mayoría de los prisioneros llegaba al campo en tren, con frecuencia después de un terrible viaje en vagones de carga que duraba varios días, durante el que no se les facilitaba comida ni agua. A partir de 1944 se extendió la vía del tren para que entrara directamente al campo. Algunas veces, al llegar el tren, los prisioneros eran pasados directamente a las cámaras de gas. En otras ocasiones, los nazis seleccionaban prisioneros, frecuentemente bajo la supervisión del SS Hauptsturmführer Dr. Josef Mengele, para ser enviados a campos de trabajo o para realizar experimentación médica. En general los niños, los ancianos y los enfermos eran enviados directamente a las cámaras de gas, las cuales eran coordinadas por el SS Hauptscharführer Otto Moll. Entrada de Auschwitz II (Birkenau). Cuando un prisionero superaba la selección inicial, era enviado a pasar un período de cuarentena y luego se le asignaba una tarea o era enviado a alguno de los campos de trabajo anexos. Aquellos que resultaban seleccionados para el exterminio eran trasladados a uno de los grandes complejos de cámaras de gas/crematorio hacia los extremos del campo. Dos de los crematorios (Krema II y Krema III) tenían instalaciones subterráneas, una sala para desvestirse y una cámara de gas con capacidad para miles de personas. Para evitar el pánico, se les informaba a las víctimas que recibirían allí una ducha y un tratamiento desinfectante. La cámara de gas incluso tenía tuberías para duchas, si bien nunca fueron conectadas al servicio de agua. Se les ordenaba a las víctimas que se desnudaran y dejaran sus pertenencias en el vestidor, donde supuestamente las podrían recuperar al final del tratamiento, de manera que debían recordar el número de la ubicación de sus pertenencias. Una vez sellada la entrada, se descargaba el agente tóxico Zyklon B por las aperturas en el techo. Las cámaras de gas en los crematorios IV y V tenían instalaciones en la superficie y el Zyklon B se introducía por ventanas especiales en las paredes. Una vez arrojado el Zyklon B se esperaba unos 25 minutos y se observaba en una mirilla la ausencia de actividad, se procedía a evacuar y ventilar el recinto y se retiraban los cuerpos a un sector para una revisión final. En esta revisión se les extraían los dientes postizos de oro, anillos, pendientes u otros objetos y se revisaban los orificios corporales en busca de joyas. Una vez revisados, los cuerpos eran llevados a una sala de hornos o crematorios anexa por prisioneros seleccionados, llamados Sonderkommandos, donde eran quemados. Una chimenea alta expulsaba los gases hacia la atmósfera. Los alemanes ocuparon Hungría en marzo de 1944; entre mayo y julio de 1944, cerca de 438 000 judíos de Hungría fueron deportados hacia Auschwitz-Birkenau y la mayoría fueron ejecutados allí. Había días en que los hornos no daban abasto y se tenía que quemar los cuerpos en hogueras al aire libre. Familias enteras de gitanos fueron encerradas en una sección especial del campo. Pasaron por las cámaras de gas en julio de 1944, y el 10 de octubre de ese año se procedió a la exterminación de los niños gitanos restantes en Birkenau. El 7 de octubre de 1944, los Sonderkommandos judíos (los prisioneros mantenidos separados del resto y que trabajaban en las cámaras de gas y hornos crematorios) organizaron un levantamiento. Las prisioneras habían logrado extraer explosivos de una fábrica de armas y los utilizaron para destruir parcialmente el crematorio IV y tratar de escapar en la confusión. Los 250 prisioneros fueron capturados e inmediatamente ejecutados. Por otra parte, todos los miembros de los Sonderkommandos eran ejecutados periódicamente y sustituidos por otros nuevos. Las cámaras de gas de Birkenau fueron destruidas por las SS el 24 de noviembre de 1944 en un intento por esconder las actividades del campo a las tropas soviéticas. Hoy en día se calcula que en Auschwitz llegaron a estar internadas un total de 1,3 millones de personas, de las cuales murieron 1,1 millones, el 90% de ellos, en torno a un millón, judíos. Según cifras de Franciszek Piper,14 el grupo mayoritario de judíos trasladados al campo corresponde a los procedentes de las deportaciones de 1944 desde Hungría (438 000). Le siguen Polonia (300 000), Francia (69 114), Holanda (60 085), Grecia (55 000), Checoslovaquia (46 099), Eslovaquia (26 661), Bélgica (24 906), Alemania y Austria (23 000), Yugoslavia (10 000), e Italia (7 422). En Auschwitz murieron también unos 70 000 prisioneros políticos polacos, algo más de 20 000 gitanos, 10 000 prisioneros de guerra soviéticos, además de cientos de testigos de Jehová y decenas de los internados a causa de la homosexualidad.1 Estimaciones coincidentes son las del historiador Peter Hayes,15 según cuyo estudio solo 125 000 de los 200 000 supervivientes seguían vivos a la caída del Tercer Reich, aproximadamente el 10% de las personas internadas en el campo entre mayo de 1940 y enero de 1945.16 Los responsables de Auschwitz seguían estrategias de selección diferentes según el origen de los internos; así los judíos no seleccionados para trabajar eran enviados a las cámaras de gas, casi siempre a continuación mismo de su llegada. En 1942, 140 146 de ellos fueron enviados a las cámaras de Auschwitz I, hasta que en febrero de 1943 tomó el relevo el complejo de Birkenau. Entre los mayores contingentes 327 000 de los 438 000 judíos húngaros y 200 000 de los 300 000 polacos fueron gaseados, y gran parte del resto murieron ejecutados o de hambre y enfermedades. Los gitanos también corrían la misma suerte, pero no así normalmente los prisioneros políticos y los soldados soviéticos, que solo fueron víctimas del gas en la etapa de los experimentos iniciales, después solían perecer asesinados o a causa de las condiciones de los trabajos forzados

Revueltas en Ucrania

La oposición al presidente Víctor Yanukóvich ha ganado una batalla pero no la guerra este martes cuando la Rada Suprema de Ucrania (parlamento) abolió en bloque 9 de las 12 leyes aprobadas a mano alzada el pasado 16 de enero, que recortaban las libertades cívicas, entre ellas las de manifestación y expresión. Al iniciarse la jornada, el primer ministro de Ucrania, Mikola Azárov, presentó su dimisión, que fue aceptada pocas horas más tarde por el presidente, lo que acarreó la caída en bloque del Ejecutivo. En una alocución oficial, Azárov dijo que había renunciado al puesto por el bien de Ucrania. Provisionalmente actuará como primer ministro en funciones el viceprimer ministro Serguéi Arbúzov. Por la abolición de las leyes votaron 361 diputados (la cámara tiene 450) pertenecientes tanto a la formación gubernamental (el partido de las Regiones, RP), como a los partidos de oposición Patria, Libertad y Udar y al grupo de los independientes. Dos de los legisladores de RP votaron en contra y los comunistas, sin embargo, se abstuvieron. A pesar de que Yanukóvich y los líderes de la oposición habían negociado el lunes durante varias horas y que la ministra de Justicia había anunciado el logro de un acuerdo, en realidad se necesitaron dos horas de conversaciones en la comisión de concertación de la Rada para que la sesión votara por fin la anulación del polémico paquete. Entre otras cosas, las leyes anuladas obligaban a pedir permiso para los cortejos motorizados de más de cinco coches y prohibían la participación de enmascarados en manifestaciones. También incrementaban las multas y penalizaciones por enfrentamientos con las autoridades, convertían la calumnia, regulada ahora administrativamente, en delito penal y obligaban a las ONG con financiación internacional a a someterse a un régimen especial como “agente extranjero”. La oposición pidió hoy que Yanukóvich firme inmediatamente la anulación de las leyes. El procedimiento legal podría demorarse en teoría hasta diez días, los cinco de los que dispone el jefe del parlamento para someter el documento al presidente y los cinco de los que dispone el jefe del Estado para firmarlo o rechazarlo. La cámara reanudará mañana sus sesiones, que fueron interrumpidas hoy por la tarde sin que se hubiera podido someter a votación la ley de amnistía. El jefe de la Rada, Vladímir Ribak, admitió que el trabajo sobre esta ley avanza “con dificultad”. Según explicó Oleg Tiagnibok, el líder del partido nacionalista Libertad, el gobierno quiere que la ley entre en vigor al cabo de quince días durante los cuales la oposición debería desalojar los edificios administrativos ocupados en Kiev y desmonte las tiendas y tribunas callejeras. La abolición del paquete legislativo y el cese del primer ministro son solo una parte de las reivindicaciones de la oposición y se quedan muy por debajo de lo que piden los participantes en el mitin permanente en la plaza de la Independencia de Kiev desde noviembre pasado. La negativa de Yanukóvich a firmar el acuerdo de Asociación con la Unión Europea fue el motivo inicial de las protestas, pero éstas tienen un espectro más amplio y aspiran a una remodelación del sistema y a la dimisión del presidente. Pero Yanukóvich es un duro negociador, capaz de defender su campo centímetro a centímetro y de aprovechar cualquier debilidad del contrario para recuperar el terreno perdido o para irrumpir en el de su adversario. El presidente, que se crió y se curtió en la región minera de Donbás, es también un gran especialista en ganar tiempo y en crear obstáculos artificiales que concentran las energías de sus oponentes. La aprobación del paquete de “leyes dictatoriales” —por sorpresa y transgrediendo el procedimiento de trámite— creó una tensión suplementaria, que eclipsó los problemas y reivindicaciones acumulados antes. Al anularse las leyes, los problemas de entonces vuelven a estar en primer plano, solo que se han hecho más serios porque se ha vertido sangre por ellos y porque el malestar se ha traducido en disturbios y ocupaciones en una amplia zona del país. Yuri Lutsenko, que fue ministro del Interior de Ucrania en el gabinete de Yulia Timoshenko, consideró insuficiente el cese de Azárov. “La principal reivindicación del Maidán es poner fin a la usurpación del poder por Yanukóvich”, dijo. Opinó el exministro que los diputados de la oposición no deben involucrarse en comisiones sin sentido, sino votar en la Rada un proyecto de ley que restablezca la constitución de 2004. Aquel documento contemplaba un sistema parlamentario-presidencial y daba más poderes e independencia al Gobierno en relación al sistema actual, en el que el presidente es el árbitro de todo. Sin embargo, Lutsenko opinó ante los manifestantes del Euromaidán que las concesiones de ayer fueron reales, que la decisión de la Rada fue “histórica” y que por primera vez esta actuó “como parlamento y no como bolsa para los negocios”. Según Lutsenko, la Rada debe votar por un nuevo gobierno técnico y una nueva comisión electoral y decidir sobre unas elecciones presidenciales anticipadas. Durante las negociaciones, Yanukóvich había propuesto a Arseni Yatseniuk que aceptara el puesto de primer ministro, y a Vitali Klichkó, el de viceprimer ministro encargado de asuntos sociales. Ambos políticos rechazaron la oferta. Yatseniuk manifestó que la oposición no ha hecho concesiones para que sean anuladas las leyes dictatoriales. Sin embargo, no está claro cómo reaccionará el Euromaidán ante los resultados de la sesión de la Rada. Del ambiente entre los manifestantes daban cuenta las declaraciones de Andrei Parubí, el diputado del partido de Yulia Timoshenko, que en calidad de “comandante del Euromaidán” responde por la seguridad y los destacamentos de defensa del mitin permanente coordinado desde la central de los Sindicatos. Parubí manifestó que los manifestantes abandonarán los edificios presidenciales cuando los miembros del PR abandonen los edificios administrativos, tales como la sede de la presidencia y el consejo de ministros. Antes, el PR se había pronunciado a favor de amnistiar a los manifestantes que desalojen los edificios ocupados, pero el planteamiento de Parubí equivale a considerar como ilegítimas a las autoridades actuales de Ucrania.